miércoles, 23 de mayo de 2012

UN MILAGRO QUE SE DERRITIÓ

Durante los cuarentas días posteriores a su crucifixión, Cristo se apareció varias veces a los apóstoles y les demostró con muchas pruebas convincentes que él realmente estaba vivo.  Y les habló del reino de Dios.
                                           Hechos 1:3

Un periódico de Costa Rica Publicó el milagro de una virgen que apareció en un cubo de hielo.  Un incrédulo se resistió a creer en el milagro.  Cuando le preguntaron por qué no lo creía, contestó:  ¡"Porque se derritió"!.

Los milagros que no resisten toda prueba  no son milagros.  Por esa razón, la resurrección de Cristo es el milagro supremo.  No sólo ha resistido todas las pruebas, sino también ha fundido todos los argumentos y falacias que se han levantado contra ella.