viernes, 20 de julio de 2012

DESCANSA EN JESUCRISTO


Jesús dijo: “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar” (Mateo 11:28).

Una de las tantas bendiciones que podemos alcanzar cuando acudimos a Jesús es la que encontramos en estas palabras maravillosas y de gran aliento para nuestras vidas.  Es bien claro para nosotros saber que vivimos en un mundo convulsionado, donde el común de la gente anda en angustia, temores y gran ansiedad; que se traduce como “estrés,” donde hasta los científicos le llaman “la enfermedad del siglo.” Esta situación tan agobiante la podemos eliminar de nosotros si acudimos a este llamado del Señor que con toda confianza nos dice primeramente: “Venid a mí todos…,” lo cual es una invitación abierta para todo el que lo desee. Dios no hace acepción de personas, por lo que podemos acercarnos a Él con esa seguridad que no nos va a rechazar.

El salmista pudo expresar con tranquilidad: “Pero en cuanto a mí, el acercarme a Dios es el bien; he puesto en Jehová el Señor mi esperanza, para contar todas tus obras” (Salmo 73:28). Dios quiere que acudamos ahora mismo a su presencia para entregarnos esa paz tan anhelada de nuestros corazones, que por más que intentemos alcanzar por nosotros mismos  jamás será posible de la manera como Dios nos la brinda.

Posiblemente has llegado al extremo de decir, “ya no soporto más,” “he perdido las fuerzas,” “ya no puedo más.” Aquí es donde justamente viene el Señor y obra poderosamente para cambiar las circunstancias, porque la promesa es para “los que estáis trabajados y cargados.”  Para Dios no hay nada imposible, Él hace la diferencia entre la impotencia o la desesperanza, Él te dice: Yo te haré descansar.”

 Ese descanso es no solo físico, sino también de nuevas oportunidades, de salidas donde se pensaba que no habría ya remedio, Dios te abre esa puerta de victoria, podrás vencer al enemigo que te agobia, el Señor te da ahora una visión nueva y derrama de su gracia poderosa para emprender ese proyecto con éxito el cual será prosperado en gran manera no solo para ti y tu familia, sino para todos los que han creído y visto tu fe. 

Pastor Iván Nuñez