miércoles, 30 de mayo de 2012
SALMO 23
El SEÑOR es mi pastor; tengo todo lo que necesito.
En verdes prados me deja descansar; me conduce junto a arroyos tranquilos.
Él renueva mis fuerzas. Me guía por sendas correctas, y así da honra a su nombre.
Aunque cuando yo pase por el valle más oscuro, no temeré, porque tú estás a mi lado. Tu vara y tu cayado me protegen y me confortan.
Me prepararás un banquete en presencia de mis enemigos. Me honras ungiendo mi cabeza con aceite. Mi copa se desborda de bendiciones.
Ciertamente tu bondad y tu amor inagotable me seguirán todos los días de mi vida. Y en la casa del SEÑOR viviré por siempre.