Siempre que se acercan ladrones a mi casa y me doy cuenta de su proximidad, salgo y les hago frente. Hasta hace poco pensé que ellos eran unos cobardes. Apenas me veían salían corriendo.
Pero ocurrió el mes pasado que al hacerles frente a unos tres, se me lanzaron cuchillo en mano. Fue entonces cuando aprendí la lección: Si son ladrones están dispuestos a lo que les toque.
Así también al pecado hay que tenerle repugnancia, sin importar cómo se manifiesta algunas veces; tarde o temprano sacará sus garras.
1TESALONICENSES 5:22-23
Absteneos de toda especie de mal.
Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo.
(Francisco Lievano)
(Francisco Lievano)