lunes, 11 de junio de 2012

UN EXTRAÑO EN LA ADUANA



Llegó un individuo a la aduana para salir del país.  El empleado de identificación le pidió que presentara sus documentos de identidad.  Cuando el empleado ve la foto, le dice:
-Esta fotografía no es la suya.
-Sí, es mi fotografía -contesta el individuo.
-Pero no se parece en nada.
El hombre viajero tuvo que explicar al empleado que lo que sucedía era que había nacido de nuevo al aceptar a Cristo como Salvador personal.

Al empleado no le quedó otro remedio que aceptar el testimonio del viajero, pues todo daba testimonio de que era cierto lo que éste decía.

2 CORINTIOS 5:17
De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.