A un predicador del Evangelio le hicieron un robo en la culta ciudad de Bogotá. El denunció el caso a la policía, y unos detectives lo acompañaron a investigar.
Para conversar sobre alguna cosa, el predicador les preguntó a los detectives si ellos usaban el detector de mentiras en sus investigaciones.
-No -contestó uno de ellos.
-¿Entonces, cómo los descubren?
-Los superamos en mentiras -contestaron dos de ellos en coro.
La mentira, que está condenada en la Palabra de Dios, ha llegado a ser tan parte de la naturaleza humana que incluso se ha oficializado (sin ningun documento que así lo establezca, por supuesto) como método de investigación.
Siete versículos antes de terminar la Biblia en Apocalipsis leemos: "Mas los perros estarán fuera, y los hechiceros, los fornicarios, los homicidas, los idólatras, y todo aquel que ama y hace mentira"
APOCALIPSIS 22:15
Francisco Lievano