Un ateo se encontró con un vendedor de Biblias y de inmediato lo atacó a preguntas: "¿Usted, qué se cree? ¿Cree usted, con esos cuatro dedos de frente que tiene, que la burra de Balaam realmente habló? ¿Cree usted que un asno pueda hablarle a un hombre?
El vendedor de Biblias pensó un momento, y luego contestó: "Si, si lo creo. Creo que hay burros que pueden hablar como hombres, ya que hay muchos hombres que hablan como burros. Esto último parece imposible, pero sucede."
En realidad, amigos, si uno piensa en la manera como hablan algunas personas en el día de hoy, se le hace más fácil comprender algunas aparentes dificultades de la Biblia.
"Jesús le dijo: Porque me has visto, Tomás, creíste; bienaventurados los que no vieron, y creyeron." (Juan 20:29)
Francisco Lievano