Cualquiera que haya visto cómo se fabrican cuerdas con cáñamo, hilo, cabuya o sisal, pita o cualquiera otra materia flexible, se habrá dado cuenta de que este arte consiste en tirar primero una hebra fina y luego se le van agregando otras hasta que la cuerda quede gruesa y resistente.
Satanás es un hábil fabricante de cuerdas pero, por ser Satanás, es muy peligroso. El no trata de derrumbar a su víctima de un solo golpe certero. Primero le tira una cuerda fina, una hebra que la víctima no siente. Luego va agregando otras hebras hasta formar una cuerda fuerte que le sirve de lazo a la víctima. Cuando él considera que es más que suficiente, tira fuertemente la cuerda, y allá va a parar la víctima en el desastre que él había preparado. Por eso se nos aconseja estar firmes contra las asechanzas del diablo.
"Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza. Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo". (Efesios 6:10-11)
Francisco Lievano