viernes, 19 de octubre de 2012

LA ARMADURA DEL CRISTIANO: LA ESPADA.


La espada del soldado romano era corta y peligrosa; estaba bien afilada y aveces era de doble filo; la llevaba guardada en una vaina fijada en un lado del cinturón, de donde podía sacarla rápidamente en el combate. 
Para el creyente, la espada es la Palabra de Dios. Si la utilizas guiado por el Espíritu Santo y bajo su control, hace huir al enemigo. Para ello es indispensable conocerla, memorizarla, respetar sus declaraciones, apoyarse en sus promesas y aplicarla en su vida práctica. Cuando Jesucristo fue tentado en el desierto (Mateo 4:1-11), demostró la contundencia de la palabra de Dios está en los pensamientos y en el corazón del creyente, puede desviar al enemigo aniquilando sus diversos ataques. La Biblia da una respuesta a las acusaciones, al desánimo, a las dudas, a la oposición.
En fin en Efesios 6:18 es mencionada la oración. Esta da su eficacia a todas las armas.
En ese combate espiritual, la oración según el Espíritu conduce al cristiano hacia la victoria.
Retengamos y pongamos en practica esta enseñanza del apóstol Pablo acerca de la armadura completa. El mismo tenia una larga experiencia en el combate y pensaba en los creyentes que dejaría en breve,  deseando prepararlos para luchar y resistir. 


Tomad...  la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios; orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu (Efesios 6:17-18)