viernes, 29 de junio de 2012

GENTE COMO TU NO QUIERO YO


Una señora que trabajaba en el servicio doméstico de una casa se cansó, y un día se escapó a buscar trabajo en otra casa vecina.

-Gente como tú no quiero yo -le dijo la señorota que salió a abrirle la puerta.

- Por qué, señora?

-Porque he oído decir que a ti te gusta poner el oído en la pared para saber qué es lo que conversan los señores de la casa cuando están en su habitación.

y la que buscaba trabajo, que era audaz, le respondió:

-Señora ¡Si usted supiera qué es lo que ellos dicen!

-¡Ah! ¡Cuéntame, cuéntame! -le respondió la señora- Pasa adelante, hablemos.

La biblia dice: "Por lo cual eres inexcusable, oh hombre, quienquiera que seas tú que juzgas; pues en lo que juzgas a otro, te condenas a ti mismo; porque tú que juzgas haces lo mismo."    (ROMANO 2:1)




(Francisco Lievano)