viernes, 22 de junio de 2012

EL DISCÍPULO DE SÓCRATES

Un discípulo llegó muy agitado a casa de Sócrates, y empezó a hablar de esta manera:

- Maestro, quiero contarte  que un amigo tuyo estuvo hablando de ti con malevolencia...

Sócrates lo interrumpió diciendo: "¡Espera! ¿Ya hiciste pasar a través de las tres cercas lo que me vas a decir?"

-¿Las tres cercas?

-Sí -replicó Sócrates- La primera es la VERDAD. ¿Ya examinaste cuidadosamente si lo que me quieras decir, es verdadero en todos los puntos?

-No... Lo oí decir a unos vecinos.

-Pero al menos lo habrás hecho pasar por la segunda cerca que es la BONDAD. ¿Lo que me quieres decir es, por lo menos, bueno?

-No, en realidad no; al contrario...

-¡Ah! -interrumpió Sócrates- Entonces vamos a la última cerca: ¿Es NECESARIO que me cuentes eso?

-Para ser sincero, no; necesario no es.

-Entonces- Sonrió el sabio- si no es verdadero, ni bueno, ni necesario... Sepultémoslo en el olvido.

EFESIOS 4:29 Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes.  



(Anónimo)