miércoles, 1 de agosto de 2012

LOS SANTOS DE LA IGLESIA EVANGELICA


El otro día estaba el pastor de una iglesia evangélica en la puerta del templo dando la bienvenida a los que estaban llegando temprano.

De pronto pasaban dos señoras de cierta edad, con matilla negra y ciertas cadenas de pepitas negras en la manos.  Una de ellas miró hacía adentro mientras la otra le preguntó al pastor:

-¿Esta es una iglesia?
-Sí, señora -Contestó el pastor cortésmente-, pero pase adelante.
-Pero yo no veo a los santos -dijo la que miraba hacia dentro.
-¿No los ve?
-¡Nooo...!
-Mire señora, -dijo el pastor con voz grave- esos que están sentados allá delante, orando, son los santos de esta iglesia.

Señores, ese pastor tenía razón.  La fe de los que son cristianos verdaderos es tan distinta de la fe de los que sólo tienen el nombre de cristianos, como son distintos sus santos.
Los que sólo son cristianos de nombre  creen en santos de yeso, de bronce o de madera; los verdaderos cristianos creen que ellos mismo son los santos vivos, no porque se crean mejor que los demás, sino porque Cristo los santificó y los santifica.


"A la iglesia de Dios que está en Corinto, a los santificados en Cristo Jesús, llamados a ser santos con todos los que en cualquier lugar invocan el nombre de nuestro Señor Jesucristo, Señor de ellos y nuestro"  (1Corintios 1:2)





Francisco Lievano