Talar es cortar por el pie, generalmente árboles grandes; rozar es limpiar de maleza. Cuando hay que limpiar un campo en que hay árboles grandes, bosques de arbustos y maleza, para poder colocar allí después la sementera, hay dos modos de proceder.
Unos rozan primero toda la maleza, luego pasan a los arbustos y, cuando todo eso se ha cumplido, entonces pasan a talar, es decir, a derribar los grandes árboles.
Otros hacen lo contrario: derriban primero los árboles para que éstos, al caer, derriben todo lo demás. Este sistema es un poco desorganizado.
Satanás es un experto en este último método. Cuando él quiere destruir a la viña del Señor, en la cual hay robles inmensos, viñas delicadas y pequeñas plantas de diversas índole, no piensa primero en lo pequeño ni en lo mediano. Se va directamente a los árboles grandes, pues sabe que, al caer ellos, todo lo demás se vendrá abajo.
Pastores, ancianos, directivos de la iglesia, misioneros, funcionarios: "Sed sobrios, y velad: porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar"
(1 Pedro 5:8)
Francisco Lievano